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Los chales a crochet son una prenda perfecta para agregar un toque diferente a toda clase de conjuntos de ropa.
Se pueden usar tanto en verano como un complemento decorativo, como en invierno, dependiendo del material utilizado para tejerlo. También son opciones muy acertadas para regalar, ya cuando se trata de algo hecho a mano es aún más especial. ¿Qué mejor prenda que esta para hacerla tú mismo?
En el presente artículo repasaremos los puntos más importantes a la hora de hacer chales de crochet, veremos el material más adecuados dependiendo del tipo de chal, y también repasaremos cuáles son las formas más comunes en las que se pueden hacer los mismos.
Por último te daremos algunos consejos y técnicas que permitirán que la tarea de hacer un chal de crochet sea mucho más sencillo de lo que piensas, incluso si eres principiante y te estas iniciando en el mundo del crochet y no crees tener tanta experiencia.
Ten en cuenta que si lo que buscas es una guía paso a paso que explique todo el proceso de la realización de un chal, en nuestro Club Crochetero tendrás acceso a vídeos exclusivos y patrones en PDF que te harán la tarea de comenzar un chal de crochet mucho más sencillo y agradable.
Mientras tanto, continúa leyendo este artículo para conocer los mejores puntos y consejos para hacer un chal de crochet.
¿Cuáles son los hilos más recomendados para hacer un chal a crochet?
Al igual que ocurre con gran parte de las prendas que se pueden hacer a crochet, el tipo de hilo que utilices dependerá siempre del patrón que uses, de tu experiencia con el crochet en general y especialmente del tipo de chal que desees lograr. A este respecto, no es lo mismo escoger un hilo para hacer un chal elegante y lujoso que buscar un tipo de hilo que nos permita lograr un chal más abrigado.
Ten en cuenta que si lo que quieres es realizar chales abrigados las mejores fibras de hilo son aquellas que se derivan de los animales, tales como la lana o la alpaca. Estas fibras son más gruesas, y tienen como ventaja que suelen ser muy buenas reteniendo la temperatura. Como aspecto negativo a mencionar, tenemos que son prendas más delicadas a la hora de de lavarlas. La lana también puede irritar la piel y hay mucha gente que sufre de alergia a la misma. Para solucionar este aspecto negativo podemos utilizar fibras que posean mezclas con acrílico, fibras 100% sintéticas, o incluso experimentar con tipos de hilo menos comunes como el dralón, pero que también ofrecen muy buenos resultados.
Por otro lado, si lo que queremos es lograr chales más elegantes, las mejores opciones suelen ser las más delicadas y finas. A este respecto, una de las elecciones más acertadas suele ser la seda. No solo luce muy bien, sino que también tiene excelentes propiedades a la hora de retener la temperatura. Este tipo de fibra es ideal para ser utilizada en todas las épocas del año. Uno de sus aspectos más negativos es su precio, puesto que se trata de un material bastante lujoso.
Si la seda no nos convence, podemos decantarnos por opciones diferentes como la cachemira o el lino. Este último se trata de una excelente opción ya que tiende a ser un poco más económico y con unos resultados excelentes.
Formas más comunes de los chales a crochet
Los chales se pueden tejer en muchas formas y tamaños, y es posible utilizarlos para un millón de diferentes propósitos, por lo que podríamos afirmar que no existe una forma de chal «perfecta».
A este respecto, quizá estés buscando hacer un chal gigante que pueda servir a su vez como manta, o tal vez lo que prefieres sea un chal estrecho para utilizar como bufanda.
Los chales elegantes, por otro lado, deben ser muy ligeros y delicados, por lo que también son muy diferentes. Aquí te presentamos una lista con los tipos más comunes de chales, su dificultad y su utilidad.
Chales triangulares: el chal triangular suele ser uno de los primeros realizados por aquellas personas que no tienen tanta experiencia con el crochet. Son bastante fáciles de realizar, pero tienen de especial que aún así se prestan mucho a la personalización, pudiendo tejer diferentes patrones y diseños muy fácilmente, así como personalizarlos con diferentes adornos y terminaciones. A la hora de usarlos, pueden colocarse como chal (sobre los hombros), cruzados por la parte delantera y usarse como una bufanda alrededor del cuello. Los chales triangulares también son el tipo de chal más utilizados a la hora de hacer chales elegantes y vistosos.
Chales rectangulares: este tipo de chal es uno de los más populares. Son muy sencillos de hacer y son ideales para el invierno, ya que es una de las formas con las que podemos cubrir más nuestros hombros y espalda. En el Club Crochetero tenemos disponible el Chal Septiembre con forma rectangular, el cual es bastante versátil y se puede adaptar el patrón a cualquier tamaño.
Chales cuadrados: los chales cuadrados también son sencillos de hacer, quizá incluso más fáciles que los triángulos de por sí. Como desventaja tenemos que no son tan sencillos de vestir, por lo que normalmente se utilizan como pequeñas mantas o se doblan de modo que queden con forma de triángulo antes de ser vestidos.
Chales circulares y semicirculares: estos 2 tipos de chales son diferentes entre sí pero su proceso de tejido es bastante similar. Los chales circulares no son tan sencillos ni de usar ni de tejer, por lo que no se aconsejan mucho para principiantes. Los chales semicirculares se ven muy bonitos, y son sencillos de usar, funcionan muy parecidos a los triángulos.
Cuáles son los puntos más comunes en los chales de crochet
A la hora de tejer a crochet nos encontramos con una gran variedad de puntos y técnicas que podemos utilizar, y no siempre es tan sencillo notar qué técnica es la correcta o que punto debemos utilizar para realizar una prenda, puesto que cada una de ellas es diferente. En el caso de los chales tenemos una gran variedad de opciones, de las cuales comentaremos las más importantes.
Punto alto, también denominado punto vareta
Este punto es uno de los más utilizados al tejer a crochet, tanto por principiantes como por los más avanzados. Esto se debe, en parte, a su facilidad de implementación, y a que suele ser más rápido tejer una prenda con este punto que con los demás similares debido a su altura. También se trata de un punto bastante abierto y elástico, lo cual lo hace ideal para tejer chales.
En nuestro Club Crochetero, por ejemplo, tenemos una lección en la que explicamos paso a paso cómo realizar un chal de crochet triangular usando este punto. También es un punto muy usado en los chales rectangulares, como en el de la bufanda Melody, y es muy sencillo combinarlo con otros puntos para crear motivos y relieves llamativos.
Puntos en relieve
Los puntos con relieve son una forma muy popular de añadir texturas en nuestro diseño a crochet. Se trata de un tipo de punto muy utilizado para tejer capas, bufandas y chales. Este tipo de punto se suele hacer con el punto alto mencionado anteriormente, aunque hay diferentes variantes.
Combinaciones de puntos
Como pudimos notar, y veremos a medida que sigamos tejiendo, la mayor parte de prendas están constituidas por combinaciones de puntos, lo cual permite la creación de motivos y relieves. En muchos casos, se trata de puntos más complejos que requieren el cruce de distintos puntos.
El punto Puff, por ejemplo, se utiliza mucho en chales y suele combinar los puntos alto y bajo, pero en otros simplemente la mezcla de estos puntos nos permite crear motivos bonitos a la vista que no pueden ser creados con un solo tipo de punto, como puntos en abanico, punto jazmín, punto palomita, punto concha, etc .
Estas combinaciones de puntos suelen ser un tanto complejas de llevar a cabo, pero en Internet te encontrarás con una gran cantidad de recursos que pueden ayudarte.
En el Club Crochetero tenemos una sección de puntos básicos en la que mostramos en detalle cómo hacer los puntos más necesarios, muchos de ellos serán muy útiles para realizar chales en crochet.
Consejos útiles para tejer chales a crochet
A la hora de tejer un chal a crochet es recomendable tener en cuenta algunos puntos y trucos que nos pueden facilitar enormemente la tarea.
En primer lugar, utiliza marcadores. Este consejo puede parecer muy sencillo y repetitivo, pero no suele ser tomado en cuenta y se trata de algo que nos puede ahorrar muchos dolores de cabeza si intentamos abarcar un proyecto que puede llegar a ser tan complejo como un chal.
Usar marcadores nos permitiría preocuparnos menos en contar los puntos y centrarnos más en lo que realmente importa, que es la realización de nuestra prenda. Si no tenemos marcadores, un truco muy útil es usar imperdibles, horquillas o hebras de lana para tomar la cuenta.
Otro consejo muy importante es la elección de la aguja, para lo cual es tremendamente importante tener en cuenta el grosor de la lana cuando se elija la aguja.
Los chales, como mencionamos anteriormente, son prendas muy útiles tanto en verano como en invierno, por lo que puedes utilizar lana gruesa o hilo según la estación. Sin embargo, siempre tienes que tener en cuenta que la aguja a utilizar varía según el tipo de hilo o lana que uses.
Si usamos un hilo de algodón muy fino, tendremos que utilizar agujas de entre 2 a 3 mm. Si se trata de hilos con mayor grosor, con agujas de 5 y 6 mm bastará, y cuando es lana muy gruesa (como la que utilizaríamos si hiciésemos un chal de invierno) tendremos que escoger una aguja de entre 8 a 10 mm, según el grosor del material utilizado.
Otro consejo muy a tener en cuenta a la hora de realizar cualquier proyecto, especialmente un chal de crochet, es la de realizar una pequeña muestra de las diferentes combinaciones de puntos que vamos a utilizar con el material elegido para ese proyecto, ya que nos permitirá saber cuántos puntos nos caben en una muestra (generalemente suelen hacerse de 10×10 cm) y extrapolarlos a las medidas que queramos para nuestro chal. Este paso puede sernos realmente útil a la hora de diseñar nosotros mismos una prenda o adaptar cualquier patrón a un material diferente al usado en ese patrón en concreto.
Respecto al bloqueo, debes tener en cuenta que este es uno de los aspectos más importantes a la hora de hacer un chal a crochet.
En casos específicos donde el patrón lo indique puede ser buena idea no bloquearlos, pero de lo contrario bloquear el chal sería lo más recomendable. Esto nos permitiría ocultar todas aquellas imperfecciones que pueden haber quedado después de terminar el chal. También hace que los calados se vean más definidos, y las finalizaciones más concretas, por lo que los chales se ven más profesionales. Si se trata de fibra natural, esto se puede solucionar sin problemas al bloquearlo. Para conseguir agrandar el chal y definir su forma, deberás mojarlo, luego estirarlo sobre una superficie plana hasta obtener el tamaño deseado y bloquearlo con alfileres sobre una superficie acolchada. En el Club Crochetero encontrarás un vídeo específico de cómo bloquear un chal de crochet paso a paso.
Por último, quizá te encuentres con que tu chal está un poco vacío, como si le faltase algo. En este caso tienes muchas posibilidades para adornarlo y darle ese toque que necesita. Entre las cosas que le puedes agregarle flecos, que son muy sencillos de hacer y se ven muy bien. Las borlas, que son ideales para los chales triangulares ya que puedes agregar una en cada esquina, y también puedes intentar hacer adornos y relieves con el mismo tejido, como se hizo en una de las lecciones del Club Crochetero.
Si quieres saber Cómo hacer borlas, en este vídeo podrás ver un tutorial en el que se explica paso a paso cómo realizar estos elementos decorativos.
Esto es todo por hoy. Esperamos que estos consejos hayan sido de utilidad, y te puedan servir para la próxima vez que decidas hacer un chal a crochet. Recuerda que, si bien estos consejos son útiles, a la hora de aprender siempre es bueno tener acceso a la mayor cantidad de recursos posible.
En nuestro Club Crochetero tendrás acceso a videos exclusivos que te enseñarán paso a paso cómo realizar estas prendas, y podrás acceder a una gran cantidad de patrones en PDF fáciles de seguir que no encontrarás en ningún otro sitio. ¿Qué esperas para probarlo? ¡Nos vemos en otro artículo crochetero!