Los cojines a crochet constituyen una manera fácil de mejorar la decoración de tu hogar sin mucho estrés, y sin necesidad de gastar mucho dinero. Los cojines a crochet son un excelente proyecto si queremos hacer un complemento que nos permita darle a nuestro hogar un toque más fresco y relajante.
Los cojines también son ideales para principiantes, ya que al hacerlos tienes la posibilidad de probar diferentes puntos que quizá no te atreves a hacer en otro tipo de prendas más delicada, y por lo general tampoco tienes que preocuparte mucho por la forma. Al final del trabajo, siempre obtendrás un cojín bonito y acogedor como recompensa. En líneas generales, podría decirse que el proceso es un tanto parecido a hacer muestras (es decir, pruebas de diferentes puntos sin crear ningún proyecto de por sí) pero con un resultado mucho más gratificante.
En el siguiente artículo te mostraremos todas las cosas que deberías tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra para tejer un cojín a crochet. Veremos cuáles son los tipos de hilos más adecuados, las formas de cojines más utilizadas y cómo escoger un patrón que se adecúe a nuestras necesidades, y al final, como suele ser habitual, también te mostraremos algunos simples consejos que te pueden ayudar con la tarea de hacer un cojín a crochet.
Ten en cuenta que este artículo no busca explicar paso a paso la realización de este complemento de decoración. Si esto es lo que estás buscando, te recordamos que en en Club Crochetero puedes acceder a vídeos exclusivos en donde se explica en detalle cómo hacerlos, como el Cojín Mandala en Relieve, el Cojín Arcoiris o el Cojín Cilíndrico Party. Además cada proyecto viene acompañado con patrones en pdf fáciles de seguir.
Dicho esto, continúa leyendo para ver todas las cosas que deberías tener en cuenta si deseas hacer un cojín a crochet.
¿Cuál es el mejor tipo de hilo para hacer un cojín a crochet?
A la hora de hacer un cojín de crochet, debes tener en cuenta que los diferentes tipos de hilos pueden generar distintos resultados, y estos se verán reflejados en el tipo de cojín que quieras realizar.
Antes de continuar leyendo debes considerar que, tal y como hemos hecho con artículos anteriores, solo trataremos los diferentes tipos de fibras de hilos y sus posibles combinaciones, por lo que a la hora de comprar el hilo tendrás que escoger una marca que tenga las fibras que creas son más adecuadas.
Si buscamos hacer un cojín para una habitación, por ejemplo, quizá sea una buena idea decantarte por una fibra que sea fácil de lavar, como pueden ser el acrílico o el algodón. Estas fibras además tienen la ventaja de que son muy buenas absorbiendo líquido, por lo que no se verán afectadas por la humedad o los cambios de temperatura. Como otro aspecto positivo debido a sus propiedades absorbentes, es probable que te encuentres con una gran variedad de colores que puedes utilizar para hacer tu cojín. Si bien hemos mencionado que se trata de fibras fáciles de lavar, debes asegurarte de tomar precauciones adecuadas para hacerlo, especialmente si trabajas con colores muy fuertes y llamativos, ya que los colores en este tipo de fibras tienden a desteñirse, lo que puede generar un caos si lavas las fundas de cojines junto a otras ropa (existen toallitas que absorben desteñidos, que en estos casos funcionan la mar de bien).
Por otro lado, si pretendes hacer un cojín meramente decorativo, puede quedar muy bonito con hilos más elegantes, tales como el lino o la seda. La seda en particular es una de las fibras mas codiciadas para este tipo de trabajos, debido a su suavidad y delicadeza.
Si queremos lograr un cojín cálido y acogedor, ideal para el invierno, puede que la lana sea la mejor opción. Un aspecto negativo que podemos mencionar de la lana es que es un tanto compleja de lavar y que además, se ensucia muy fácilmente, por lo que puede que no sea el material ideal para hacer un cojín que se coloque en un sitio muy transitado por niños o animales que puedan acelerar su ensuciamiento.
Si quieres disminuir este problema puedes intentar conseguir un hilo en el que se mezclen la lana y el acrílico, 2 excelentes fibras que combinadas te permiten obtener un hilo muy versátil y grueso.
Respecto al peso, cuando se trata de cojines de crochet, lo más recomendado es utilizar un hilo relativamente grueso y con un peso medio.
Según el hilo que utilices también tendrás que decantarte por un tipo de aguja. En este tipo de casos vale la pena utilizar un tamaño de aguja un poco más pequeño que el recomendado para el hilo que uses. De esta forma conseguirás un tejido más denso y evitarás que se vea el relleno del cojín.
¿Qué hay que tener en cuenta al elegir la forma y el patrón?
Una vez has decidido con qué hilo harás tu cojín, será la hora de elegir su forma, al igual que el tamaño y el patrón. Respecto a este último, si tu idea es hacer una funda para un cojín que ya tiene su relleno, tendrás que seguir el contorno del mismo para que este quepa bien en la funda.
En cambio, si estás haciendo un cojín desde 0, puedes tomarte la libertad de escoger el tamaño que desees, siempre considerando que luego tendrás que rellenarlo. Esto suele ser lo común al hacer cojines a crochet, ya que puedes rellenarlos con diferentes tipos de hilos y telas, así como con rellenos para cojines que puedes adquirir en cualquier tienda de manualidades. Hacer un cojín y rellenarlo posteriormente también es una excelente opción si disfrutas innovando, puesto que no te verás restringido a una forma predefinida a la que tendrás que adecuar tu funda.
Dicho esto, al igual que ocurre con la mayor parte de proyectos de este tipo, hay una gran variedad de patrones de cojines que puedes intentar hacer.
Los cojines con mandalas están muy de moda últimamente, y en nuestro Club Crochetero tenemos vídeos exclusivos y un patrón en PDF que seguro te puede ayudar a hacer este proyecto.
También puedes conseguir patrones muy variados en diferentes sitios de internet o incluso en revistas o libros especializados de crochet; sea cual sea el caso, siempre intenta verificar que los patrones no contengan ninguna errata, especialmente si los consigues de sitios gratuitos. Antes de elegir un patrón debes asegurarte de que te sientes cómoda trabajando con los puntos que se utilizan en el mismo. Los cojines tradicionales suelen utilizar una mezcla de puntos bajos, altos, y puntos con relieve, pero esto puede ir variando y además de utilizar puntos más complejos también se pueden cruzar estos puntos de diferentes maneras con el fin de crear distintas texturas.
Si quieres probar algo nuevo, también puedes intentar crear tu propio patrón, o modificar un patrón ya existente para adecuarlo a tus deseos. Las modificaciones pueden ser tan simples como cambiar el tipo de hilo recomendado o las combinaciones de colores, hasta intentar modificar el orden de puntos utilizados o incluso agregar puntos nuevos.
Respecto a la forma de nuestro cojín, tal y como pasa con los patrones, también tenemos una gran variedad de la cual podemos escoger; se pueden hacer cojines más tradicionales, como los cojines redondos y los cuadrados, pero también puede ser una buena idea arriesgarnos con algunos que parezcan más complejos, como un cojín con forma de estrella.
La forma que escojas siempre dependerá de la experiencia que tengas con el crochet y de los espacios de la casa en que quieras colocar el cojín.
Si solo tomas en cuenta la dificultad a la hora de tejerlo, debes considerar que los cojines redondos suelen ser más difíciles que los rectangulares o los cuadrados, principalmente debido a la complejidad que puede suponer tener que tejer en círculos. Los cojines con formas más elaboradas, como la estrella que mencionamos anteriormente, también son un tanto más difíciles, aunque con las instrucciones adecuadas y conocimiento de los puntos utilizados pueden ser tejidos por cualquier persona.
Si buscas adecuar la forma de tu cojín a algún espacio de tu casa, puedes tener estos puntos en mente para descubrir qué forma puede ser la más apropiada para los diferentes espacios.
- Los cuatro lados perfectos de un cuadrado representan ideas de equilibrio, proporción y profesionalidad, por lo que puedes considerar colocar pequeños cojines cuadrados en espacios como tu habitación o la oficina. Este tipo de cojines también se ven muy bonitos en sofás, y según el patrón que utilices puedes conseguir un resultado tan formal o sencillo como lo desees.
- Los cojines con formas circulares pueden agregarle un toque muy creativo a un espacio, destacando de este modo la habitación en la que se encuentran. Este tipo de cojines suelen ir muy bien en habitaciones, en sitios destacados e importantes, como sobre la cama o sobre la silla de algún escritorio.
- Los cojines rectangulares son otra opción muy utilizada a la hora de hacer cojines a crochet, y es una forma perfecta para colocar en espacios más grandes y abiertos, como podría ser el gran sofá de comedor de una casa o una cama.
- Anteriormente mencionamos un cojín con forma de estrella; esta forma no solo se ve muy bonita, sino que es ideal para espacios en los que hay niños.
Según el patrón utilizado podemos encontrarnos con opciones muy creativas que consigan resaltar el aspecto visual de la habitación, así como despertar la curiosidad del niño que allí se encuentra.
Consejos útiles para hacer cojines a crochet.
Una vez que hemos visto los hilos más recomendados y las formas más comunes, será hora de ponernos manos a la obra. Aquí te presentamos una serie de consejos que facilitarán la creación de tu cojín a crochet.
1. Asegúrate de tomar bien las medidas.
Sin importar el tipo de cojín que estés haciendo, siempre debes tener en cuenta la medida del relleno que pretendes colocar en él.
Si se trata de un relleno ya hecho (es decir, la forma del cojín ya está hecha y solo es necesario colocar la funda) lo más recomendable es medirlo y, al hacer el cojín a crochet, agregar 1 o 2 centímetros más. Esto se hace para asegurarse de que el relleno entra correctamente en el cojín, ya que en caso de que este no quepa suele ser algo difícil de solucionar después.
Una vez que sepas qué tamaño vas a utilizar, tendrás que hacer un par de cálculos más antes de empezar a trabajar. Si vas a tejer el cojín en una sola pieza, deberás asegurarte de que la cadena de inicio sea lo suficientemente larga como para rodear todo el ancho del cojín.
2. Consigue el relleno de una forma mucho más económica
Los cojines de crochet son muy bonitos, pero en muchos casos, además de tener que comprar los materiales para hacerlos, también tendrás que conseguir algo con lo que rellenarlos. Una solución muy económica que puede servir para estos fines son las almohadas de cama comunes, como las que puedes conseguir en cualquier tienda de ropa. Este tipo de almohadas tienen los dos elementos más importantes que necesitarás: el relleno, y la tela. Una almohada de cama estándar puede ser bastante grande (al menos más grande que la mayor parte de cojines que se suelen hacer a crochet), pero es muy sencillo cortarlas a la medida que deseamos.
Para cortar la almohada de cama a la forma que necesitamos para nuestro cojín, simplemente debemos cortar uno de los extremos cortos de la almohada estándar (lo que sería el ancho del rectángulo) y luego quitarle el relleno. La tela de la almohada deberá cortarse un poco más grande de lo que se necesite para la forma, y será necesario mantener la parte inferior y un borde lateral sin cortar. Después solo será cuestión de rellenar y coser el tercer y cuarto lado nuevamente.
Una desventaja que tiene esta solución es que no funciona tan bien con cojines con formas más complejas, como círculos, estrellas o corazones: en este tipo de casos lo más adecuado continúa siendo adquirir un material específico para rellenar cojines, o comprar la forma ya hecha.
3. No olvides cerrar tu cojín
En todos los casos buscaremos la forma más apropiada y que mejor se ajuste a la hora de cerrar y dar por finalizado nuestro cojín.
Para cerrar nuestro cojín tenemos varias opciones:
Una de las opciones más utilizadas a la hora de cerrar un cojín a crochet es el cierre completo, debido a su facilidad a la hora de realizarse. Para hacer un cierre completo, lo único que tendrás que hacer es coser la funda del cojín directamente alrededor de la forma de la almohada. Este método funciona si la pieza delantera y la trasera son del mismo tamaño. Un aspecto negativo de este método es que puesto que deberás coser todos los lados, no tendrás la posibilidad de sacar la funda del cojín para lavarla y tampoco podrás cambiar el relleno- a menos que estés dispuesto a coserlo todo nuevamente.
Una excelente variante para esta solución puede ser la colocación de una cremallera. Para hacer esto deberás tener habilidades más avanzadas en lo que refiere a costura, pero el resultado final es muy funcional.
Otra forma en la que puedes cerrar el cojín es haciéndolo como si se tratase de un sobre. Para este método será necesario que cuentes con una forma para tu cojín, por lo que no funcionará con el relleno suelto. Para llevarlo a cabo, deberás tejer la pieza delantera un poco más larga que la trasera. Despues solo tendrás que Coser a lo largo de los lados para unirlos, dejando una solapa en la parte posterior del cojín. Para mantener la solapa en su lugar puedes agregarle algunos botones, o también puedes coser los lados de la solapa en las costuras laterales y dejar el borde abierto. Por último, también puedes cerrarlo colocándole botones en los laterales. Para hacer esto, lo ideal es mantener los lados abiertos y añadir un borde decorativo con ojales, para colocar los botones. Puedes hacer esto en cualquiera de los 2 lados. Este método es muy interesante ya que te permitirá jugar con diferentes puntos y estilos sin tener que cambiar el patrón general del cojín.
Estas han sido todas las cosas que deberás tener en cuenta a la hora de hacer tus propios cojines a crochet. Esperamos que, gracias a estos prácticos consejos, puedas sentirte equipada con todo lo que necesitas para tomar las agujas y ponerte manos a la obra!
Recuerda que si te interesa acceder a una gran variedad de vídeos y patrones exclusivos puedes participar en nuestro Club Crochetero.